jueves, 24 de diciembre de 2009

GRACIAS


Llegamos a otra Navidad y otro fin de año.

Tengo mucho para agradecer...

...agradezco a mis seres queridos que viven conmigo por acompañar estoicamente este hermoso pero sacrificado proyecto chocolatero.

...agradezco a mis queridos amigos que durante todo el año y con insistencia se preocuparon por mi salud y mis tiempos quizá exagerados, dedicados al trabajo.

...agradezco a mis maestros que fueron acompañamdo mi evolución y mis errores para corregirlos.

...agradezco a mis nuevos vínculos que con tanto entusiasmo se sumaron a mi vida y mi trabajo.

...agradezco a los clientes que me siguen desde el primer día y a los nuevos que disfrutaron finalmente de mis productos.

...y finalmente agradezco a la vida misma, por ofrecerme en esta etapa, la oportunidad de ser una joven de veinticinco nuevamente y recolocarme en el camino de la pasión y las ganas de crear y hacer; pero con ventaja de tener experiencias de vida.

Gracias, palabra bendita...


martes, 8 de diciembre de 2009

"SUERTE" del emprendedor.



Lo extraje de Facebook, del grupo Emprendedores.Es muy útil tenerlo presente.


"Ignacio Velazco El 07 de diciembre de 2009
Vivimos en una realidad donde nuestras intenciones, nuestros proyectos y nuestros objetivos, tienen un cierto grado de incertidumbre, porque dependen de muchas cosas, y entre ellas algunas escapan a nuestro control.Esas circunstancias que no dominamos nos pueden jugar a favor o en contra dependiendo de la “suerte” que nos toque. Y es ahí donde confiar en la suerte es inevitable.Pero el éxito de nuestros proyectos y el logro de los objetivos son fruto del esfuerzo, la planificación y el trabajo. Confiar en la suerte como una metodología a seguir, es dejar los resultados en manos del azar, con escazas probabilidades de éxitos.Una acción unida a la habilidad, al talento y al esfuerzo, no dejan lugar a la suerte. Aquella persona que le sale todo mal por falta de preparación, esfuerzo y dedicación, no puede decir que tiene mala suerte, ya que el resultado de sus acciones es el esperado.Muchas veces cuando una persona se debe enfrentarse a un examen, entrevista de trabajo, u otro desafío importante, le deseamos “suerte” con la intención de desearle que tenga un resultado exitoso.Pero necesitamos “suerte” cuando el resultado esperado no es producto del curso normal de las cosas, ni fruto de un plan o una previsión, sino "por error", por causas totalmente ajenas a nosotros. Si estudiamos lo suficiente como para rendir el examen, si estamos capacitados para acceder a ese trabajo, y si nos preparamos para asumir desafíos importantes, no necesitamos “suerte”, necesitamos que las cosas se den tal como lo planeamos, porque nuestras acciones previas conducen al éxito.Generalmente las cosas buenas que nos pasan son gracias a nuestra habilidad, sacrificio y ambición, mientras que todo lo malo que nos ocurre se debe a nuestros defectos. Por eso nada debemos dejar librado al azar, si recibimos un golpe de buena suerte, mejor. Pero el no recibirlo no puede significar el fracaso de nuestro esfuerzo. La suerte hace depender el resultado de lo que ocurre casualmente, no de lo que ha sido previamente planeado. Nos puede afectar en un resultado específico, pero jamás podrá afectar nuestras condiciones personales ni nuestra preparación.Todo éxito tiene un sacrificio previo, como alguien dijo una vez “en el único lugar donde éxito está antes que trabajo, es en el diccionario”.Si nos enfocamos en un objetivo, nos preparamos, postergamos otras cosas para lograr eso tan deseado, y le dedicamos el tiempo necesario, hacemos que la “suerte” prácticamente no incida en nuestro resultado, porque la “suerte” no se levanta a las 7 de la mañana, no tiene ambición ni tiene “hambre” de llegar.Saludos,Ignacio "