domingo, 13 de julio de 2014

Enseñar...la magia del chocolate.

Enseñar...la magia del chocolate.
Cuando decimos que enseñamos, debemos ser cuidadosos y respetuosos con el alumno, que es quien esta esperando lo mejor y lo máximo de los que ofrecemos formación en alguna materia.
Y respetar al alumno, implica ofrecer el servicio de manera completa e idónea.
Mas allá de la tecnología y los espacios, el contenido es lo importante.
Nosotros no somos una institución, pero somos idóneos y nuestros contenidos son los que se aplican en cualquiera de todas las escuelas del mundo.


 Cursos en el interior de nuestro país.
Tocando la semilla ya tostada para descascarillar.


Girando las semillas a pleno sol venezolano.

Junto a pequeños productores de Venezuela.

Delicioso momento  en fincas, cuando uno toca y palpa las semillas descascarilladas.

El árbol de cacao en Mexico.

Moliendo el cacao como lo hacen ancestralmente en Tabasco.
 En el museo de Bariloche, esta nuy bien armado.


Invitacion a participar en el SALON DU XOCOLATL

Mast Brother, en Brookling


Cacao venezolano, uno de sus tantos !.

Arte en chocolate junto a mis alumnas.

Los valores y costos?, son los que se consideran lógicos para la inversión del futuro chocolatero.
Pagar mas no siempre asegura el aprendizaje. Lo que asegura el aprendizaje, es el respeto la gran paciencia del maestro, que debe permitir al alumno equivocarse, preguntar y practicar en clase.
Nada mas interesante para el alumno que dejarlo expresar, debatir y poder hacer un seguimiento de su crecimiento.Formar chocolateros, es enseñar con amor, pasión, y con humor.
Formar mas chocolateros no es tener un comercio para vender, es un intercambio humano, que considere de parte del maestro su capacidad para evacuar todas las inquietudes de su alumno y el interés por sus avances. Y por parte del alumno, permitirse sin miedos a equivocarse, ensuciarse y jugar con el chocolate hasta lograr su objetivo y así encontrarse con su vocación o su pasión.
Formando un grupo de mujeres que nos confio la ONU.

Y agrego que un maestro chocolatero se forma desde el contacto con el cacao, abriendo su fruto, tocando y saboreando las semillas, siguiendo de cerca y poniendo el cuerpo, todo el proceso hasta llegar al chocolate, correr muchos riesgos, ingresar a lugares muy alejados para ENTENDER la magia para luego transmitírsela a su alumno.
Atravesamos muchas experiencias, en fincas, industrias, aprendimos de grandes académicos del cacao, viajamos, nos movemos de un lugar al otro, para transmitir y dar, la esencia del chocolate.
ALBA.